La elección del bachillerato y/o ocupación a veces es una de las decisiones más difíciles para los adolescentes y/o jóvenes. Implica la elección y una visualización de un futuro cercano que muchas veces está sesgado por factores que dificultan esta proceso. Lo familiar, lo social, la realidad económica, o el campo laboral que tenga el área de interés, pueden ser elementos que sesguen las decisiones, aumentando así la incertidumbre de si la decisión será la más acertada.
Siempre estamos eligiendo, cuando elegimos también hay opciones que decidimos no elegir y esa responsabilidad a veces cuesta. ¿Será lo que me gusta? ¿Me ira bien? ¿Puedo cambiarme? ¿Y si después me doy cuenta que me gustaba otra área? ¿Y si nadie elige lo mismo que yo? Todas estas son preguntas que pueden surgir en el proceso. Por eso, la importancia de que el mismo apunte a lograr mayor autoconocimiento y que abarque la mayor información, son elementos claves para que el proceso de elección ocurra de forma más certera y segura. Aun así, la incertidumbre está presente como en muchas otras decisiones de la vida, pero encontrar un poco más de seguridad es lo que a veces nos hace sentir con más confianza y herramientas para afrontar las dudas y temores que puedan aparecer en el camino.
Acompañar este proceso implica otorgar información, fomentar autonomía y autoconocimiento, brindar seguridad y tolerar la incertidumbre, aceptando que la misma es parte del proceso para así poder transformarla en una oportunidad y no en un obstáculo.
Florencia Arnaldi – Licenciada en Psicología.